Ahí va la transeúnte, cansada de poco dormir
Con esfuerzo se esfuerza en caminar para contar sus pasos
Quiere inspirarse, ver lo bello del verde de los jardínes en una primavera soleada y florecida
Reconoce ese balcón porque el que ya ha pasado muchas telarañas atrás
Ahí está la misma escoba nueva reposada sobre la misma pared, ambas inmóviles, escuchando a las arañas tejer cada noche un poco más en la esquina del techo.
Ahí hay una lámpara ennegrecida de hollín y abandono, viniste a dar luz, más el viento te cubre de espanto
Las telarañas que fueron tejidas con hilos imperceptibles, para atrapar el sustento, ahora son densos velos que tiznan el blanco color que una vez fueron frescos
Ahí hay otro balcón encima de éste que mustio sostiene en su piso acumulados varios otoños
Las hojas secas se atiborran en la baranda, sedientas de lluvia se mojan plácidas, fecundas se quedan humedeciendo la madera
Algún día alguien salió a ese balcón en ese primer piso y quizás pensó en mejorarlo
Compró esa escoba y con la cabeza tan llena de telarañas como su balcón, decidió entrarse y seguir con sus batallas,
Cuando haga menos frío afuera, limpiaré, se dijo.
Pasaron varias mañanas hasta que llegó el sol resplandeciente cálido y abrasivo
Con el ánimo de invitar gente, salió el inquilino al balcón tomó la escoba llena de polvo, miró al techo, en donde el balcón del segundo piso ya podrido empezaba a devencijarse
Se coló entonces la ira, empujando la escoba, para iniciar los reclamos
Ya no hay buenos vecinos, ni buenos administradores de edificios, las quejas son dejadas, pero nadie las escucha, como tampoco nadie viene a visitar esos balcones, sólo el curso del tiempo y el olvido los mantienen
Cuando restauren los balcones vendrán nuevas decisiones, se dicen los vecinos, mientras los administradores demoran los arreglos priorizando otros oficios
Llegan los chicos disfrazados, se asoman al balcón al ver esa decoración, reclaman sus dulces y se van cantando animados y felices.
Cuando llegue diciembre con sus luces y fiestas
se anuncian cambios con propósitos y purgas
Más llegan los viajes y las reuniones de afuera
Sin previo aviso llega entonces la primavera, cargada de polen con más motivos para hacer la limpieza
Sigue la transeúnte retomando sus pasos
Prefiere ese balcón con despuéses apilados
Que uno ocupado de tantos objetos, en donde el espacio solo, retrasa las historias.
Con muchas o pocas cosas
Finalmente es una motivación la que confía
Un movimiento, pequeño y certero como estos pasos
Que se van sumando uno después del otro, brindando algún significado
Y ahí permanece imperturbable la escoba
Posando en la foto tímida que husmea
Atrapando los cuentos que en las esquinas quedan.
