Después de notar que las primeras gotas de sudor que cayeron sobre el pavimento agrietado, habían formado un corazón; uno que parecía sostenerse poéticamente sobre la grieta, penetrándola, deslizándose en ella, pensé: la vida (no) es perfecta, empezó a llover.

Había sol, pero aun así llovía. Esa ironía me detuvo: paré mi ejercicio, tomé la cámara y filmé cómo cada gota iba mojando el suelo poco a poco. Mientras grababa, vi una semilla que aún conservaba seca su pequeña sombra. Pensé en esas mañanas en las que despertamos con un pensamiento seco, dormido, como la… Read More Después de notar que las primeras gotas de sudor que cayeron sobre el pavimento agrietado, habían formado un corazón; uno que parecía sostenerse poéticamente sobre la grieta, penetrándola, deslizándose en ella, pensé: la vida (no) es perfecta, empezó a llover.