A veces confundimos aprender con acumular ideas. Llenamos la mente de teorías, métodos y explicaciones, pero dejamos sin revisar el territorio más decisivo: nosotros mismos.
Las ideas limitantes no siempre vienen de afuera; muchas nacen del hábito de pensar sin sentir, de repetir sin mirar, de asumir sin preguntarnos.
Reeducarse no es añadir más información, sino afinar la capacidad de percibir.
Escuchar los propios recuerdos sin manipularlos, reconocer las señales internas que usamos para medir el mundo, y distinguir cuáles siguen siendo nuestras y cuáles ya no.
Pensar mejor exige observarse mejor.
Y a veces el verdadero avance no llega por lo que sabemos, sino por lo que dejamos de dar por hecho.… Read More Ventanas inmensas