Los trazos en las nubes

En el denso aliento del atardecer, el vasto azul se presenta como lienzo, aún húmedo con los restos de un sueño que no desea despertarse. 

Las nubes se agrupan, pálidas, delicadas, como susurros de algodón de azúcar hilados por las manos de un niño, dejando tras de sí leves huellas de pintura. Cada una, un primer borrador del cielo, un trazo en la historia aún no escrita, formada con las manos suaves de un bebé Zeus que juega.

Mira allí, las cirros, hilos blancos, como bolas de algodón esparcidas por el suelo de una guardería, suaves y tiernas, que dan cuenta de las travesuras de niños que van soplando historias para entretenerlas. 

Se curvan y flotan, ligeras como el primer suspiro de un artista recién nacido, esbozando patrones de inocencia sobre el lienzo. Son los borradores de pensamientos primigenios, ideas que van  encontrando sus formas y sus vientos.

Más allá aún, las estratos se extienden como una manta, cubierta sobre la tierra, insinuándose en la almohada más blanda después de un largo día, un peso desvanecido que mantiene el mundo calmo. Acunan el firmamento en un swaddle* silencioso. Bajo ellas, nos encontramos descifrando la simplicidad de los mensajes de los días sin letras, cuando las nubes contenían series completas, transformándose, cada día un capítulo, despejando las tormentas.

Las altostratus, algo grises e inciertas, nos recuerdan los espacios que existen en los abrazos, esos abrazos apretados que te dejan flotando lentamente, como recuerdos guardados en los rincones de las montañas, esperando un momento para salir a la superficie y mostrarnos el camino, aún en la neblina. 

El cielo es una galería, en donde las nubes nos invitan a mirar arriba, a lo alto, para descifrar las señales de los tiempos por venir, y respirar sus rastros entre párvulos.

Al final, aparece la cúmulus, esa nube redonda y esponjosa, como colita de conejo, solitaria y juguetona, saltando de un continente al otro. Flotando perezosamente, como una canción de cuna cantada al viento, formando pequeños reinos donde los sueños encuentran refugio.

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*El término swaddle se traduce al español como envolver o arropamiento. En el contexto de los bebés, swaddling es la práctica de envolver al bebé en una manta ajustada para brindarle comodidad y seguridad. Se pueden usar expresiones como “envolver al bebé” o “hacer el arropado”, aunque también se emplea “swaddle” en contextos específicos de crianza.

5 thoughts on “Los trazos en las nubes

  1. Lovely, Patricia! I always forget the names of the clouds, probably because I’ve always been more of a plants and animal nerd and less of an interest in atmospheric shenanigans unless it brings strong weather. LOL

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