Dieciocho almitas danzantes

ayer miércoles 21 de mayo, salí a caminar por un parque, y sobre el césped reposaban varias flores de Jacaranda. El viento las hacía danzar en el aire, esto me llevó a imaginarme las flores como cuerpos, las almas, cómo todo es cíclico, de semilla a flor, se marchita, se trasciende. Recogí algunas, y las llevé a bailar conmigo en este escrito.

Dieciocho almitas danzantes,

con vestidos lilas al viento, 

siguen su propio ritmo, sus causas,

su pulso profundo.

Sangre, agua, clorofila…
todo en ellas se transforma
y se eleva, segura,
como quien confía en su vuelo.

 

Otras se van encontrando.
Y es en esa levedad,
donde los cuerpos se definen:
en sus formas, sus colores, su cadencia y su peso.

Afuera, en este gran baile de la vida,
podemos vestir lo mismo,
uniformarnos sin saberlo.
Lo que nos distingue
es la esencia,
esa música secreta
que nos hace vibrar desde adentro.

Aquí no hay coreografía perfecta.
Cada quien lleva sus pasos,
y así, tal cual como se da,
el baile es bello.

Algunas angustiadas,

perderán el paso, 

olvidarán el ritmo.

Todo parecerá caótico,

para quien mira con juicio.

Más para los amantes del arte, 

quienes comprenden la música en los silencios,

Escuchan que en la quietud también hay movimiento.

En el goce de la danza, salen ampollas. 

A veces, en la entrega, también hay heridas. 

 El cuerpo se cansa
cuando el alma no se eleva.

Y aún así,
seguimos bailando,
en la estratósfera,
más allá de todo,
donde siempre hay algo.

Algo más por saber, 

por sentir, para elegir ser.

Ahora, nos despojamos los vestidos, desnudándonos de todo, para dejar que todo pase. Como siemBre, así será.

2 thoughts on “Dieciocho almitas danzantes

  1. I’m sorry, ! told you by text I loved this but forgot to comment here! I see that repost is now an option. I’ll make a note to repost it on Nature-Led sometime the week of the July 14th. I love that it is so “you” in your creative appreciation of nature and philosophical musings.

Leave a reply to Patricia Lezama Cancel reply